miércoles, 5 de octubre de 2011

11. EL CONCEPTO DE TEXTURA

Cuando se propone a los alumnos el ejercicio de una composición con motivos abstractos es habitual encontrarse que muchos de ellos derivan su trabajo hacia las texturas. Es lógico: conceptualmente la textura es mucho más primitiva y elemental que la composición. La textura tiene que ver con el ritmo, con el pulso, con la repetición, es decir, con actividades vitales mucho más íntimas y naturales que las que plantean las composiciones (relación entre elementos, unidad, equilibrio entre las partes y el todo).

Definimos las texturas visuales como repetición indefinida de unos pocos motivos.

Cuando esa repetición se hace de un modo espontáneo las llamamos “aleatorias” y cuando obedece a una secuencia espacial perfectamente definida por algún tipo de malla oculta, “geométrica”.

El paralelismo con el mundo de la música es casi evidente. Mientras la composición visual alude a la melodía, la textura se entiende fácilmente como el ritmo. Y el papel prioritario de la composición/melodía frente al papel “decorativo” del ritmo/textura es igualmente fácil de percibir. No hay más que poner el ejemplo de la “música tecno” o bacalao, en la que las cajas de ritmos se han hecho dominantes respecto a las endebles o desaparecidas melodías para definir bien este tipo de música y entender los conceptos que se tratan de aprender.

(Más información en el capítulo TEXTURA, de mi Manual de Crítica de la Arquitectura)