miércoles, 9 de abril de 2014

113. IDEA Y MODULACION



Estamos haciendo el primer trabajo verdaderamente decorativo en el curso de Proyectos Básicos de Diseño de Interiores y yo les pido a los alumnos (les enseño) que se preparen para poder responder con coherencia a esta pregunta ¿de qué va tu proyecto?. ¿De clásico, de moderno, de sport, de hippy, de heavy, de barato, de "muebles de diseño", de moderno, de mínimal, de años cincuenta, de tu estilo personal (que es imposible que aún tengas), del estilo de tu tiempo.... etc etc etc? Es posible que se me acuse de "eclecticismo" pero la decoración no es otra cosa que una adaptación, una presentación, de modo que entiendo que es bueno que todas las innumerables decisiones que tienen que ir tomando en los tres niveles de decoración (el de obras, el de mueblés/lámparas y el de complementos) respondan a un criterio, a una idea, porque de lo contrario les va a salir un pupurrí indigesto de imágenes inconexas.

Junto a ello, les doy también un segundo consejo y es que intenten la modulación, es decir, que prueben a modular ventanas, paredes o suelos, porque la creación rítmica de elementos decorativos de tamaño intermedio entre el espacio y el hombre es el recurso más profundo y recurrente en la historia de la decoración. La modulación está en la esencia de la construcción (la adición de las pequeñas piezas con que el hombre hace su casa) y saltó a la decoración a través del lenguaje clásico en el ritmo y tamaño de columnas, intercolumnios, estrías, ventanas, molduras, etc. La modernidad de comienzos de siglo XX fue en gran parte culpable de la pérdida de la modulación decorativa pero aquella enfermedad ya pasó y es nuestro deber, desde el primer ejercicio que nos planteamos como decoradores, recuperar aquel antiguo saber.

(la foto es del vídeo oficial de Rihanna cantando Umbrella, 2006. Música hiphoppera sobre un fondo decorado a la manera clásica y, por supuesto, modulado)